jueves, 11 de octubre de 2012

COMIENZA LA TEMPORADA DE CAZA

El próximo viernes se abre la veda para la caza. Como en Higuera hay bastantes aficionados a la caza, nuestro amigo Juan Luis Martínez Larios nos ha enviado, para su publicación y para que sirvan de recuerdo, obtenidas de la Federación Española de Caza, las
NORMAS PARA CAZAR SEGURO

NO permanecer en lugares públicos con armas desenfundadas y montadas, aunque estén descargadas.
NO dejar las armas en el interior de vehículos no controlados, aunque estén cerrados.
TENGA guardadas las armas siempre sin cargar, en lugar seco y seguro y engrasadas cuando no se utilicen.
RECUERDE que es obligatorio tener las armas rayadas en un armero homologado.
COMPRUEBE que las piezas del arma no tienen juego. Atención a los desgastes, roturas y desajustes peligrosos. Las armas viejas requieren más atención y es bueno que las revise un armero.
UN ARMA oxidada, además de darnos mala imagen, acabará provocando un accidente con consecuencias imprevisibles.
DEDIQUE unos minutos a la limpieza del arma después de cada jornada de caza. Es recomendable pasar la baqueta con el alambre espiral al menos dos veces durante la temporada.
LLEVE siempre el arma dirigida hacia el suelo o hacia el cielo, nunca en dirección de compañeros o perros. En los puestos, no apuntar a nadie.
MANTENGA esta costumbre cuando cace en solitario. Las armas se pueden incluso disparar con el segundo echado.
NO tenga el dedo cerca del gatillo, es preferible ir siempre con el seguro puesto y desmontarlo únicamente a la hora de disparar.
SAQUE los cartuchos o balas antes de franquear cualquier obstáculo (arroyos, cercas, alambradas, barreras de piedra).
NO apoye nunca la boca del cañón del arma en el suelo, ni permita que se introduzca en él ningún objeto extraño. Compruebe su estado antes de seguir cazando.
UTILICE siempre el cartucho y el perdigón adecuados para las diferentes modalidades de caza y escopetas. Es preciso conocer la presión que soporta el arma y la que desarrolla el cartucho. Tenga esto muy en cuenta en los cartuchos de bala, comprobando la longitud de vaina y cerciorándose del estado de su escopeta y de las presiones que puede soportar. En el caso de los rifles, utilice balas y calibres adecuados y no introduzca nunca una bala de un calibre en la recámara de una arma de otro calibre.
SI el arma cuenta con chokes cambiables, comprobar durante la jornada de caza que no se han aflojado. Los internos, si están flojos, dejan un pequeña ranura, suficiente para retener los perdigones.
EVITE dejar la munición al sol o bajo cualquier agente que pueda producir un calentamiento excesivo, ya que una elevación de la presión puede ser muy peligrosa.
CUANDO disparemos sobre una pieza de caza menor o mayor siempre deberemos tenerla a la vista, con la suficiente visibilidad para que en el trayecto no encontraremos personas, animales u obstáculos en los que podamos impactar.
NUNCA dispare sobre matorrales por el simple hecho de que se mueva, ni mucho menos al ruido o al tarameo. No olvide que detrás puede estar una persona (otro cazador, rehaleros, batidor, guardas, paseantes,...) Ante la duda, no dispare. Siempre es mejor prevenir. No se ciegue con la res tras la que pueden estar perros o personas.
SI acude al remate de alguna res herida o a un agarre, advierta de ello a los otros monteros de los puestos contiguos y hágalo a cuchillo, no dispare ya que puede herir o matar algún perro. Al oír el disparo los perros huirían asustados, dejando libre a su presa y pudiendo provocar un accidente. Además, en otras ocasiones soltarán cuando vean llegar a un montero que no conocen, con el peligro que supone en el caso de cochinos heridos. Si no va a entrar a cuchillo, espere que lo haga una persona experimentada.
NO utilice el arma para mover matas. Está pensada y realizada únicamente para disparar y no se apoye en la escopeta o el rifle para levantarse o superar cualquier obstáculo.
EN LA CAZA EN MANO conozca la situación de sus compañeros. Precaución con otras cuadrillas que se crucen con nosotros. Extreme la precaución en las zonas de monte o vegetación espesa. Piense en su perro o en los de sus compañeros a la hora de disparar. No lo haga si no está convencido de que los disparos no los alcanzarán.
EN LOS PUESTOS FIJOS llegue a ellos con las armas enfundadas y salga igual. No se mueva con el arma cargada entre los puestos ni salga a cobrar con la escopeta en mano.
EN LOS OJEOS
no olvide colocar las pantallas laterales. No dispare en dirección a los otros puestos o hacia los ojeadores cuando ya estén a una distancia que se les puede alcanzar. Y no salir con las escopetas cargadas o disparar una vez dada la señal de fin del ojeo. Lleve al puesto las armas enfundadas y al acabar, también.
EN LOS PUESTOS DE CAZA MAYOR
marque su posición con respecto a los otros cazadores. Trace una línea imaginaria y no dispare en dirección a los otros puestos. Marque su zona de tiro e incluso se redúzcala si hay posibilidad de rebotes. La posibilidad de rebotes es algo que siempre tenemos que tener en cuenta. Si tiramos hacia el suelo, en zonas de piedras o sobre agua, los proyectiles pueden rebotar de forma insospechada, alcanzando a alguna persona.
NO se fíe de las distancias, ya que los plomos de los cartuchos, y sobre todo las balas, pueden llegar a distancias que no pensamos. Por ejemplo, el alcance de los rifles es muy grande, pudiendo llegar las balas a varios kilómetros.
NO
dispare jamás hacia los visos, los cambios de rasantes y por encima de otros cazadores. Al finalizar la jornada mire que no deja ningún cartucho o bala en el arma.
SI
bebe o toma sustancias que puedan provocar euforia o pérdida de sus condiciones normales, no salga de caza.

 
Larios

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